¿Qué es la osteoartritis?
La OSTEOARTROSIS, OSTEOARTRITIS o ARTROSIS es la enfermedad relacionada con la lesión degenerativa (desgaste) del cartílago articular. La articulación es la parte del cuerpo que conecta dos huesos y permite el movimiento. Las superficies de los dos huesos que se acercan están recubiertas por el cartílago articular, cuya función es evitar el roce de un hueso contra el otro y amortiguar el impacto producido por el movimiento o por el esfuerzo, facilitando el deslizamiento de los extremos óseos.
¿Quién puede sufrir de osteoartritis?
Cualquiera, de ambos sexos, puede tener osteoartritis. Sin embargo, existe un claro predominio en el sexo femenino, durante la menopausia, con síntomas que suelen comenzar entre los 45 y los 50 años. En los hombres, la aparición de los síntomas de la enfermedad se produce un poco más tarde, alrededor de los 60 años. Sin embargo, esta forma de artrosis que afecta a los adultos puede, en determinadas condiciones, comenzar antes, alrededor de los 30 años, aunque su incidencia aumenta con la edad (no debe considerarse una enfermedad de los ancianos). Se clasifica como osteoartrosis primaria y afecta a articulaciones que antes se consideraban normales.
Existe otro tipo de osteoartrosis, denominada secundaria, que aparece a cualquier edad (habitualmente en personas jóvenes), presentándose en articulaciones previamente lesionadas por otras enfermedades articulares o endocrino-metabólicas, traumatismos o defectos congénitos articulares.
¿Qué articulaciones se lesionan con mayor frecuencia por la osteoartritis?
Las más habituales son: las articulaciones de los dedos, la columna (en particular la columna cervical y lumbar) y las que soportan el peso del cuerpo, como las caderas, rodillas y pies.
¿La osteoartritis es hereditaria?
Algunas evidencias de varios estudios en los últimos años que confirman la probable participación genética / hereditaria en esta enfermedad. Esto significa que el paciente puede ser más susceptible a desarrollar osteoartritis. En la práctica reumatológica se observa, con gran frecuencia, que los individuos con artrosis de la mano (forma claramente familiar) también muestran afectación concurrente de otras articulaciones, como las de rodillas y caderas.
¿Cuáles son los principales síntomas de la osteoartritis?
La principal manifestación clínica de la osteoartritis es el dolor articular. Además, al ser la osteoartritis una enfermedad crónica de evolución lenta, sus síntomas iniciales se desarrollan de forma discreta y poco definida, pasando desapercibida la mayor parte del tiempo. En este comienzo, el dolor puede manifestarse como un «dolor» articular de corta duración, o como la sensación de articulaciones «pesadas» o como una «aguja» o «picadura» temporal.
Esta sensación dolorosa mejora con el movimiento, con tratamientos caseros o incluso de forma espontánea, por lo que la gran mayoría de personas no le da la debida importancia. A medida que avanza el evento, los episodios dolorosos se repiten con mayor intensidad y duración, relacionándose claramente con el inicio del movimiento articular (al levantarse de una silla, por ejemplo). En los casos más avanzados se produce una pérdida total del cartílago articular, provocando la aparición de un dolor intolerable al menor movimiento, deformidad y endurecimiento de la articulación comprometida, que pierde la movilidad parcial o totalmente. La rigidez articular post-descanso o matutina es común y de corta duración (máximo 30 minutos, cuando el caso no es muy grave).
Otros síntomas clínicos de la artrosis, que pueden aparecer tanto al inicio como en formas más avanzadas, son: hinchazón, hinchazón o hinchazón de las articulaciones afectadas, que pueden ser temporales tras el reposo o al despertar, calor local y, a menudo, signos de articulación. crujidos (ruido que aparece al movimiento, como si hubiera arena o piedras dentro de la junta).
¿La osteoartritis afecta a otros órganos del cuerpo?
Como mencionamos anteriormente, la osteoartrosis es una enfermedad localizada en el cartílago articular hialino de las articulaciones y, por tanto, sin repercusiones sistémicas o de otro tipo. No provoca fiebre, debilidad, malestar ni pérdida de peso. El paciente con artrosis está, en general, de buen humor y sano.
¿La osteoartritis se manifiesta y se desarrolla por igual en todos los pacientes?
Aunque muchos casos parecen similares, en realidad cada persona puede verse afectada por la enfermedad de manera diferente. Su aparición, así como su evolución, son prácticamente únicas para cada paciente, ya que dependen del predominio y / o persistencia de factores que facilitan, desencadenan o empeoran la artrosis.
Así, además de la menopausia y el componente hereditario, otros factores pueden favorecer la aparición de manifestaciones clínicas de la artrosis. entre ellos mencionamos tiroides, diabetes, obesidad, problemas ortopédicos, postura incorrecta y el tipo de ocupación profesional.
La obesidad, al incrementar la carga que soportan las articulaciones de la columna y miembros inferiores, favorece o predispone a la artrosis de columna lumbar, caderas, rodillas y pies.
Los problemas ortopédicos (acortamiento de una pierna, por ejemplo) y una postura incorrecta implican un uso inadecuado de las articulaciones, lo que sobrecarga el cartílago, ligamentos y músculos, aumentando el riesgo de desarrollar artrosis.
La profesión se considera un factor importante en determinados casos. Por lo tanto, los que evitan tienen una participación más frecuente de la columna cervical. Los futbolistas, que sufren traumatismos constantes en las rodillas, pueden desarrollar artrosis de esta articulación, y bailarinas, en rodillas, tobillos y pies.
¿Es curable la osteoartritis?
Hasta hace poco, la osteoartritis se consideraba una consecuencia inevitable del envejecimiento, cuyo curso inexorable conducía a una discapacidad total y para la que no existía ningún tratamiento y mucho menos una cura.
Actualmente, gracias al mejor conocimiento de la enfermedad y al progreso técnico y científico, es posible, si no curar, modificar el curso evolutivo de la enfermedad, mediante el uso adecuado de medicamentos que permitan controlar y retrasar los efectos nocivos de la osteoartrosis. en articulaciones comprometidas.
La aplicación, coordinada por el reumatólogo, de programas de tratamiento individualizados y adecuados a cada situación, permite el control total de los síntomas, la prevención o corrección de las deformidades articulares y, así, una mejora en la calidad de vida del paciente.
¿Debe descansar el paciente con artrosis? ¿Hacer ejercicios? ¿Hacer deporte? Tanto el descanso como el ejercicio son importantes en el tratamiento de la osteoartritis. Cuando se utilizan en asociación y durante los períodos apropiados, con la orientación de un experto, se convierten en importantes asistentes para mantener la función conjunta.
Se recomienda reposo cuando la articulación está inflamada o muy adolorida. Una vez finalizada esta fase, se debe practicar el descanso diario (al menos durante 30 minutos, en las articulaciones portadoras: caderas y rodillas), tanto por la mañana como por la tarde.
Por otro lado, ejercitar las articulaciones a diario es un hábito recomendado para los artríticos (lógicamente, según el grado de gravedad). Para ello basta con caminar al menos 20 minutos en lugares planos. Además, existen algunos tipos básicos de ejercicios útiles para personas con osteoartritis, pero no deben realizarse sin el debido asesoramiento médico, de lo contrario su práctica puede acelerar o agravar la enfermedad. Aunque los aeróbicos acuáticos y la natación pueden ser útiles para el mejor acondicionamiento físico del paciente artrítico, su indicación debe ser individualizada por el especialista.
¿Tiene la dieta alguna influencia sobre la osteoartritis?
Existe la creencia popular de que comer carne roja puede causar la enfermedad. De hecho, no se conoce una relación directa entre la alimentación y la osteoartrosis primaria, excepto, por ejemplo, si es secundaria a gota (por aumento de ácido úrico) o diabetes (por cambios en el metabolismo de la glucosa).
De esta forma, el paciente puede ingerir todo tipo de alimentos. Sin embargo, se recomienda evitar el exceso de calorías, como comer harinas, pastas, dulces, chocolates y grasas, pues las dietas altas en calorías conllevan aumento de peso y obesidad, sobrecargando las articulaciones que soportan el peso del cuerpo, como las rodillas, caderas , columna y pies, que comienzan a desarrollar un mayor «desgaste» articular, lo que puede empeorar la osteoartritis.
Por eso, prefiera comer frutas frescas, verduras, cereales y proteínas de origen vegetal o animal, como la leche (preferentemente desnatada), el queso blanco, el pescado y las carnes magras.
Recomendaciones generales para pacientes con osteoartritis:
Si ya padece osteoartritis y desea obtener buenos resultados con el tratamiento de su enfermedad, recuerde:
· Tomar los medicamentos en la forma recomendada por su médico especialista, en los horarios y cantidades establecidos.
· Nunca tome medicamentos recetados para otras personas por su cuenta, incluso si padecen la misma enfermedad que la suya.
· Al comprar un medicamento, solicite el que le recetó su médico. No se deje influenciar por la llamada «experiencia» de los empleados. Verifique la validez del medicamento que está registrado en el empaque.
· Procure obedecer el plan de descanso y ejercicio físico, así como observar el cuidado con su postura y actividad profesional, siguiendo las orientaciones del profesional sanitario que le acompañe.
· Al iniciar un plan de tratamiento, tenga paciencia. Los resultados favorables en la osteoartritis aparecen lentamente.
· Esfuércese por controlar su peso.
· Busque el consejo de su médico sobre los efectos secundarios de los medicamentos recetados e infórmele siempre que se presenten síntomas desagradables con el tratamiento. Si está tomando algún otro medicamento, asegúrese de informar al médico que acompaña su caso, para evitar complicaciones que puedan surgir con la combinación de diferentes sustancias.
· Evite sentarse en sofás blandos si tiene afectación artrítica de la columna, las caderas, las rodillas o los pies.
· Siempre que sea posible, use rampas en lugar de escaleras.
· No se enfade demasiado si en algún momento se le indica que utilice bastones, muletas o un andador, ya que puede ser de gran ayuda para reducir su sufrimiento.
· Haz cosas que te hagan feliz. Se sorprenderá de los resultados que obtendrá.